
Si quieres sacar al gato a un viaje lo aconsejable es preparar al animal para salir. Tendremos que meterle en el transportín varias horas (aumentando cada vez mas el tiempo) durante unos días antes del viaje para que se habitué a estar encerrado allí cierto tiempo. Aun así durante el viaje tendrá que estar en su transportín y es probable que en viajes largos el gato llore, maúlle e incluso si no esta acostumbrado vomite, por ello buscaremos un transportín espacioso, robusto, resistente y fácil de limpiar. Ante los maullidos debemos hablarle con suavidad y tranquilamente, puede parecer que tu gato te llama la atención para expresarte su desacuerdo con el viaje, pero ¿Y si es todo lo contrario? Quizá le gusta.
Consejos generales
Los maullidos te pueden poner nervioso, pero hay que superarlo. Como a los niños pequeños, el movimiento del coche les acaba dejando dormidos y entonces el gato dejara de maullar. Si aparcas para hacer descansos haz que tu gato también haga el descanso. Que coma y que se hidrate y aparca en la sombra y con la ventanilla del coche abierta para evitar golpes de calor.
Para que el gato este cómodo en el transportín se puede rociar este con feromonas unos días antes de irnos para que el gato lo encuentre mas atractivo y agradable. Es importante no soltarle nada más llegar ya que su primera reacción sera la huida, por ello se le dejara en el transportín para que desde la seguridad de este observe el nuevo entorno al que se tiene que enfrentar en busca de posibles peligros, aportándole seguridad. Llévale a vuestra habitación y asegúrate de que allí se encuentra cómodo y seguro y que no hay manera de que se escape. Dale un poco de agua y comida, aunque seguramente no se interese por ella hasta que no se acostumbre al nuevo entorno. No le dejes salir de la habitación hasta al menos una semana y asegúrate de que esta bien identificado por si se escapa o se pierde, cuando empieces a dejarle salir asegúrate de dejar comida en la habitación para tenga que volver a comer.
El uso correcto del transportín
Generalmente cuando usamos el transportín es para llevar a nuestro gato al veterinario y al igual que los humanos ellos también sufren el síndrome de la bata blanca y asustarse de su veterinario o mostrar nerviosismos a la hora de reunirnos con el, por lo que el transportín no significa nunca nada bueno para ellos,

En las 5 o 6 horas anteriores al viaje no les des de comer, evitando así vómitos Antes de partir dales agua y si es posible también durante el viaje. Si no es posible algunas tiendas venden bebederos que se pueden fijar al transportín y que no vuelcan, permitiendo al gato beber durante el viaje, además se pueden llenar sin abrir el transportín.
Coche
Si viajas en coche tendrás que llevar al gato siempre en el transportín y tener en cuenta la temperatura que hay fuera y dentro del coche usando un transportín u otro dependiendo de si hace calor o frío Si hace calor buscaremos un transportín con buena ventilación y aberturas que permitan el paso del aire y si hace frío buscaremos un transportín que aísle del frío a la vez que permita que haya una buena ventilación Tampoco debemos poner al gato en el maletero, lo mejor es dejarlo en un asiento de atrás y sujetarlo bien con el cinturón de seguridad.
Tren
Si vas en tren tienes que asegurarte de que no pueda escapar de su transportín y de que sea resistente. Coloca en el fondo papel o algún material absorbente y lleva más de repuesto para que cuando el gato orine tenga algo que lo absorba y no se manche ni él, ni el transportín ni el tren. Algunas compañías permiten llevar al gato en su transportín sobre las piernas, donde puedes tenerle más vigilado.
Avión
Si vas a viajar en avión tienes que elegir bien la compañía, la gran mayoría no permiten que el animal viaje con el dueño, de echo no permiten que viaje el animal. Las que permiten que el animal viaje pero no con el dueño tienen una cabina especial con control de temperatura y presurización permitiendo que el gato tenga un buen viaje. Aun así no se recomienda que viajen en avión gatas gestantes o gatos de menos de 3 meses de edad. Si el gato tiene que viajar en un avión distinto al tuyo asegúrate de que el no tenga que hacer escalas para evitar cualquier tipo de problema.
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